martes, 9 de abril de 2019

Sobre la beatificación del Obispo Angelelli

Sobre la beatificación 
              del Obispo Angelelli
La izquierda pretende crear una sensación de unanimidad levantando un vocerío de apoyo y de aplauso  a la beatificación de  Mons. Angelelli y la de sus tres acompañantes. 
Venciendo  el cansancio impotente que podría suscitar  especialmente en los católicos esa aparente unanimidad, queremos expresar nuestra indignación como fieles que amamos a la Iglesia, santa e inmaculada, y advertir al mismo tiempo contra este fraude que deforma su imagen, corroe la fe y amenaza la nación.
Todo católico, toda persona honrada medianamente informada en nuestro país, sabe muy bien, porque es público y notorio, que el obispo Angelelli,  antes que un santo fue un propagandista y un partidario de la guerrilla comunista de los "montoneros". 
Esto desconcierta a los fieles y deforma sus conciencias. 
Es propiamente escandalizar al pueblo fiel con esa decisión: la Congregación para las Causas de los Santos propone elevar a la honra de los altares un modelo de católico radicalmente opuesto al Ejemplo divino, Nuestro Señor Jesucristo.
Según la sabiduría sobrenatural de la Iglesia, los santos son propuestos como ejemplos de una vida virtuosa de acuerdo al modelo divino que es Nuestro Señor. De ahí el extremo cuidado que otrora se tomaban antes de declarar solemnemente la santidad de un fiel.
Dios mismo los glorifica, concediéndoles gracias extraordinarias para que practiquen la virtud heroica; constituyéndolos por su vida ejemplar en símbolos de la santidad y de la gloria de Dios.
La beatificación de Angelelli contraría la misión de la Iglesia. Haciéndolo  –Dios no lo permita-, ella prestigia a su mortal enemigo, el comunismo, definido por Pío XI como “intrínsecamente perverso”, y nos aproxima a regímenes inicuos como los de Venezuela, Cuba, Corea del Norte, Rusia, China.
Los principios de la fe, ya tan debilitados en el mundo católico, se ven todavía más oscurecidos por el "mensaje" que significa "canonizar" un miembro del episcopado que apoyó abiertamente a la guerrilla comunista llena de un odio diabólico y homicida.
Colocar en la galería de los santos de la Iglesia Católica hombres como ese, es confirmar la denuncia de Paulo VI, de que "el humo de Satanás penetró en la Iglesia" y realizar un acto de autodemolición.
¿Qué es lo que se pretende con esta beatificación? ¿Un santo de la Iglesia Católica de siempre o de una nueva religión, igualitaria, desacralizada y puesta al servicio del comunismo! 

En Fátima, la Virgen Santísima denunció los pecados del mundo y los castigos terribles que merecen: "naciones enteras desaparecerán..." Pidámosle a Ella, que bajo su advocación de Virgen de Luján, así como nos asistió y nos formó como una nación auténticamente católica, a pesar de las persecuciones que sufrió por parte de las autoridades temporales, nos conserve hoy en la fidelidad a pesar de las autoridades espirituales que imponen una tal probación a nuestro espíritu católico.
5 de abril de 2019, festividad de San Vicente Ferrer, llamado “el Angel del Apocalipsis” por su combate a los desvíos de su época 


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